Ha llegado el día. Gabriel, Esteban, Abril y Sara han pedido vacaciones en el trabajo para ir a visitar a su amigo Ángel, que trabaja en un pequeño pueblo de Finlandia, en una empresa de mensajería. Nada más llegar, un sábado a última hora de la tarde, celebran el reencuentro cenando en un restaurante. Prometía ser una velada tranquila, porque ellos estaban cansados del viaje, y Ángel tenía que participar el lunes en una competición de esquí. Pero el reencuentro se fue animando, copa tras copa, hasta convertirse en una noche memorable, digna de recordar, para los que puedan…
Ha sido un duro despertar. Desde su hotel, Gabriel, Esteban, Abril y Sara empiezan a comentar la noche, el WhatsApp del grupo está muy activo. Llegan las primeras fotos de la fiesta. Todos intentan recordar lo ocurrido y poner orden en los acontecimientos, ayudados por las imágenes. Todos menos uno, que no da señales de vida.
Ángel no contesta a los mensajes. Alguno bromea con que ya está mayor para esos trotes. Tras un par de horas, no consiguen localizarlo y sus compañeros, preocupados, deciden investigar qué le ha ocurrido. ¿Lo encontraréis?
