El grafiti, con más de tres décadas de historia, sigue siendo una de las técnicas artísticas más llamativas. Si este “poder de atracción” se moldea para un espacio, un tiempo y un lugar concreto, tenemos asegurado el éxito de llamar la atención de todos los invitados.
Es ideal para todo tipo de eventos, corporativos, deportivos, presentaciones, ferias, congresos o fiestas de empresa, por lo que hay que tener en cuenta las características que ofrecen para adaptar el grafiti de la mejor manera posible y conseguir el mayor impacto.
Se puede pintar un grafiti tanto en interior como en exterior sin molestias de gases ni olores, y cualquier superficie puede resultar un magnífico lienzo. De este modo se puede pintar en soportes más habituales como paredes, foam, tableros de madera, tela de lienzo, lonas, etc. o “ir más allá” y adaptar el soporte a la temática del evento: si se trata de un evento rural se puede pintar sobre alpacas de paja, si está relacionado con la mecánica se puede pintar sobre un coche, o hasta ¡en el propio suelo! No existen limitaciones.
El tiempo y el grafiti son los aliados perfectos, porque se puede elaborar un mural con todo detalle a modo de exhibición durante el transcurso del evento. O si se trata de sorprender, en poco más de un minuto se puede lograr dejar a todo el público boquiabierto. En una reunión de empresa, por ejemplo, cuando menos se lo esperen, se pueden apagar las luces y pintar un grafiti luminiscente con colores fluorescentes que hará que todos los asistentes recuperen la atención y queden gratamente sorprendidos.
El diseño de los grafitis no quedará a la improvisación, sino que será preparado y acordado con vosotros previamente. Ya sea únicamente un logotipo, un graffiti del nombre de un producto, el retrato de alguno de los asistentes o una decoración urbana. ¡todo es posible!