Un año más, el reto consistió en crear y producir íntegramente un evento de gran valor creativo y con un potente concepto artístico. En esta ocasión, quisimos que los Reyes Magos representaran los conceptos de pureza, ilusión y magia, presentes en esas fechas, y para ello jugamos con las posibilidades cromáticas y grandes dosis de fantasía y originalidad. El espectáculo no dejó indiferente a ninguno de asistentes que se congregaron a lo largo de los barrios de Horta-Guinardó, el Carmel y Can Baró de Barcelona.