Tal como decía Pablo Neruda, la risa es el lenguaje del alma.
En l’Espectacleria no podríamos estar más de acuerdo con esta frase, ya que en ocasiones una carcajada es la solución para grandes males, elimina tensiones y difumina barreras.
Pero, ¿a dónde queremos llegar? Como hemos dicho en otras ocasiones, l’Espectacleria la forman todas aquellas personas que colaboran con nosotros, aquellos que creen en nuestro proyecto y de los que nos sentimos orgullosos de conocer…y por ello, queremos que vosotros también les pongáis cara y alma a todas las personas que hacen que los eventos que organizamos sean un éxito; porque sin ellos, todo sería muy diferente.
Por eso, hoy os queremos presentar al gran imitador pero inimitable Oriol Cruz. Con tan sólo 30 años, lleva más de 10 años en estudios radiofónicos y en platós: imitador y guionista en Versió RAC1, apariciones en Crackòvia e incluso un libro son sólo algunos de los hitos de su carrera.
Cuando nos encontramos delante de un evento en el que quieren apostar por el humor como vehículo del espectáculo, Oriol es uno de los primeros artistas con los que intentamos trabajar porque además de su gran talento para imitar, es capaz de hacer de todos los espectáculos un momento único, ya que los intenta personalizar al máximo (imitando incluso a algunos de los asistentes)
Pero, para Oriol ¿qué es lo más complicado en estos eventos? Pudimos robarle un poco de su tiempo para que nos explicara qué hace para preparase una actuación.
Como predicamos, cada evento es único y siempre buscamos una personalización máxima en todo lo que ofrecemos, cada servicio es especial.
Oriol comparte la misma filosofía y lo que busca en sus espectáculos es evitar que la gente tenga la sensación de que es una actuación estándar. Cada vez hay más cabida de toques humorísticos en eventos corporativos, convirtiéndose en un marco ideal para tratar temas de actualidad informativa, social, general y de la empresa en la que actúa, haciendo de cada presentación un evento único. Pero para conseguir tal personalización, primero hay que conocer bien sobre qué se va hablar, hay que investigar para elaborar el discurso. Son los eventos de empresa los que necesitan mayor preparación, ya que es interesante conocer qué productos fabrican, a qué sector pertenecen, cuántos trabajadores hay e incluso referencias individuales o datos que puedan ser mencionados para implicar al público, siempre sin ofender a nadie y con absoluto respeto.
Sin embargo, también es un reto exponerte delante de tantos asistentes, ya que “toca adaptarte al tipo de público del evento, personalizándolo al máximo y conviene irte amoldando a lo que ocurre durante la actuación” – apunta como principal diferencia entre una actuación en un evento y el registro televisivo o radiofónico. Pero con una media de 20/30 personajes interpretados por actuación, la presencia de Oriol Cruz, es garantía de éxito.
Delante de tal habilidad y profesionalidad no nos queda otra que afirmar que el humor en los eventos, por mucha seriedad que desprenda el mundo corporativo, también es posible. Que la autocrítica es necesaria y muy sana y que, si se hace con respeto, reírse de las cosas y de uno mismo es positivo